lunes, 7 de enero de 2008

Sobre el amor despues del amor


Fito dice que se parece a un rayo de sol. Y es hora de broncearme un poco…

No es fácil enfrentar la rutina después de una desilusión. Lo he dicho muchas veces: el ser humano es un animal de costumbres y la creatividad en el dia a dia es un ejercicio que pocas veces se aplica. Eso genera el sentimiento de soledad, el mal ponderado “bajón emocional” y las infructíferas consecuencias de sentirse un punto en la vida; un proceso que para unos dura meses, años incluso y para otros menos (harto menos… un lujo envidiable). Sin embargo, hay que mirar más de cerca: hay que ver que las cosas tienen una causa y un efecto, un resultado. Y es ahí donde este sentimiento adquiere un valor real.

Y esto, porque pocos leen la utilidad única y engrandecedora que nos generan estos procesos post-quiebre. Yo les digo que cuando se pasa por el dolor, se evalúa, se entiende y se cierra el capítulo, el amor después del amor adquiere los tintes a los que se refiere Fito.

La metáfora es sencilla. No hay mal que dure cien años. La etapa del dolor se supera y empieza la otra: la que uno se da cuenta que no todo es tan malo. La etapa donde descubres que sí existen seres en los cuales apostar; seres que sí entienden la parada individual en la pareja y logran conectar un mismo lenguaje frente a la vida. Llega la etapa donde no te arrepientes de haber vivido el pasado, sino que descubres que el futuro siempre fue como uno lo creyó y que hay quienes dibujan un futuro similar. Llega la etapa donde aparece esa fé perdida que se evapora en los tiempos del bajón; renovada… más lustrosa, más viva.

Esa fé que se siente cuando ahora suena el teléfono.

Eso son los rayos de sol del amor después del amor. Son las mil y una formas de darse cuenta que uno también vale la pena; que siempre se ha entendido el amor de mil formas y que siempre hay alguien que la entiende iwal que uno. Que al fin de cuentas el mundo no ha explotado y que por ende, las chances están ahí, a la vuelta de la esquina, tan lejos o tan cerca como uno quiera. Los rayos de sol no son más que un efecto… el resultado de un proceso… la esperanza dura… los abrazos que hacen que nuevamente el tiempo se detenga.

A tomar sol muchachos… oh yeah…