jueves, 20 de marzo de 2008

Sobre la tele


Con rabia terminé de ver el primer capítulo de "El dia D" (TVN. Martes, 23:15 hrs.). Con verguenza tambien. Cuando me enteré que hablarían sobre 5 miradas distintas durante la previa a la marcha del orgullo GLBT 2007, un sentimiento de esperanza brotó en mi, ya que, tras disfrutar de una mirada crítica y humana las desvalencias y las necesidades de la comunidad transgénero en "VIDA", pensé que este nuevo tinte periodístico, aun siendo distinto, tendría esa misma carga humana, de reconocimiento, de sentirse excluido por razones de peso y de una lucha constante por la visibilizacion de una realidad tangible.

Pero no fue asi. Y senti rabia. Y verguenza. Porque lo que vi, tal como conversamos con unos amigos, fue un retroceso; fue exactamente lo que la comunidad no quiere ver reflejada de si misma en los medios. Vi lo que con tanto esfuerzo tratamos de evitar. Vi con mucha pena, como mi orgullo flaqueó.

Lo que se presentó como una estructura formal muy interesante como programa, se llenó de fondo con discursos superfluos, con estereotipos que existen pero que no son de peso... que no reflejan ni las necesidades, ni las urgencias, ni las vidas de muchos y muchas que pertenecemos a la comunidad GLBT. Lo que vi mostró realidades falsas; intereses personales, homofobia sin convicciones, personalidades sin crítica ni sentido de apoyo. Y por sobre todas las cosas, me dio rabia porque el gustito final, el escenario que dejó el termino del programa fue desalentador... destructivo. Dejó una advertencia triste... peligrosa... falsa.

1) Porque salir del closet no tiene por qué ser un proceso doloroso, lleno de lágrimas, sensacionalista. Tener convicciones significa superar procesos de aceptación. Y una vez hecho esto, por muy trascendental que signifique contarle a un padre o a una madre, por mucho que sea el miedo que sintamos, la aceptación no tiene por qué caer en el llanto, en la victimización del ser. Ojo: mi problema no es con los padres (la realidad de muchos y muchas de nosotros es la misma: no siempre tendremos el apoyo de los padres); mi problema es el modo, es la implantación de una "forma" de aceptarse; un modo unico que "debe" traer consigo las lágrimas, la culpa, el rechazo de una madre, la soledad. Un modo que, insisto, no siempre debe ser asi. Un modo que minimiza las convicciones y deja al aludido como víctima... como un ser desamparado. Un ser arrepentido. Me pregunto ¿cuantos chicos y chicas al ver esto sintieron el pavor de contarles a sus papas? ¿Cuantos de ellos terminaron diciendo "ni cagando le digo a mis viejos!?

2) Porque no todos los gays queremos vestirnos de mujer. Porque, sin desmerecer el trabajo y los sueños de cada uno, no se puede generalizar un discurso que implanta los deseos de que TODOS queremos ser mujer alguna vez. Porque si bien el transformismo es un arte que se basa en una crítica de asignación de género, es un proceso completamente individual, que no debe generalizar un deseo personal como comunitario. Si fuese asi, entonces ¿Debo sentirme mal porque me acepto como hombre, me gusta vestirme de hombre y me gusta follar con hombres? ¿Debe una lesbiana TENER que vestirse de hombre porque TODAS las lesbianas quieren ser hombres?

3) Porque la homofobia no debería tener cabida en televisión. Y aqui me detengo un poco, principalmente en el caso del fotógrafo. Como medio comunicacional, la televisión debe apelar a la democracia... a compartir puntos de vista, de convicciones, de creencias, de todo aquello que tiene derecho a COEXISTIR gracias a la diferencia. La aceptación de la diferencia genera democracia. Repito: la ACEPTACION de que algo es distinto. Por eso, no justifico que se hagan públicos mensajes de odio, de incomprensión, de asco y de homofobia sin sentido, sin fundamento, sin crítica, sin un punto de vista. No justifico que aquel fotógrafo discrimine sin ni siquiera decir por qué lo hace. No justifico por qué no quiso llevar al hermano chico a la marcha sin ni siquiera dar una razón. Simplemente lo hace porque si. Porque hay que hacerlo. Tal vez me doy respuesta solo: debe ser sencillamente porque la homofobia no tiene justificación.

Y no me vengan con eso de que porque no es "normal". La normalidad de las cosas no existe. Nada es normal.

4) Porque no todas las lesbianas y los gays queremos casarnos. Porque lo que importa es generar vínculos de afecto, implantar el concepto de familia, un concepto que hasta la fecha a mutado año tras año. Porque detras del simbolismo del matrimonio seguirá existiendo disgregación, falta de derecho, discriminación. Porque lo que urge hoy es una ley antidiscriminatoria potente, que me permita demostrar mi afecto tranquilo, que me permita ir a trabajar tranquilo y que no me echen por ser gay o lesbiana; que me reconozca y me ampare como un ser con derecho a amar y a casarme si asi lo quiero. Porque lo que importa al fin y al cabo es el amor mismo, más allá de quien haya que mostrarlo o alabarlo. Porque para la comunidad no es urgente casarnos: es urgente que no nos golpeen nazis en la noche... que no nos echen de los trabajos... que no se nos juzgue en los colegios por ser gay.

5) Quizas la perspectiva que más valoré y rescaté de todo fue la del evangélico. Porque aunque no lo crean, la pasión con la que defendía sus perspectivas hizo reafirmar las mías, mis propias armas de lucha. Porque en su mundo él lucha por una convicción tal cual como nosotros luchamos por la nuestra. Porque me di cuenta que aún hay mucho por hacer, por explicar, por defender, por implantar. Porque en democracia yo acepto la diferencia, mientras que ellos no. Y mientras aún se siga violentando nuestra diferencia, mientras los prejuicios generen acciones concretas de discriminación, hay que seguir luchando para que aquello no suceda. Porque las ideologías por sí mismas no hacen daño: lo que hace daño es la acción... y una accion violenta... una accion que degrada y segrega, es una accion discriminatoria.

Sería todo.

:P